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viernes, 18 de julio de 2014

Caprichoso túnel

Son tantas las ferocidades
que atenazan
al otro mundo,
a aquél de cuya existencia solo sabemos
por el eco del cúmulo de noticias...

¿Por qué su crudeza nos alcanza solo fugazmente
para deslizarse luego hacia el extraño saco del olvido
que hay más allá de ese
caprichoso túnel llamado oído?




martes, 11 de febrero de 2014

Pequeños mundos

Muchos pequeños mundos
se desmoronan bajo nuestros pies
-y lo hacen a diario-.

El sistema de derrumbe es siempre el mismo:
Todo aquello a lo que permanecíamos
anclados, suelta amarras
en un proceso de desaferramiento tal, que
nos hace partir en una maltrecha
nave, rumbo a poner pie sobre lo desconocido.

Pronto, todo se vuelve normal:
la ausencia de medios, la incertidumbre,
incluso el hecho de ver solo agua por todas partes
hasta en el fondo mismo
de nuestro propio barco.


martes, 21 de enero de 2014

De película. El bueno, el feo y el paro.

El paro es el malo de una película
que llevan tiempo echando.
Permanece en cartel
con sus protagonistas ERE que ERE vestidos a la última,
muy procedentes todos ellos...
...
Y resulta que hay más extras
haciendo cola en la oficina del Paro
que en una de romanos.
Pero dicen que no es para tanto,
porque esa "prima" nuestra -tan familiar-,
por fin ha bajado,
pero allí sigue en su lobby financiero...
...y desde casa
vemos desfilar por la tele sus nombres
semafóricos sobre fondo negro...
...
Y mientras,
nuestro bolsillo -a fuerza de cartas de ajuste, (fundidos en negro)
y bajadas de sueldo-, va menguando.

Pero dicen que no es para tanto,
que el bolsillo -ese hermano pequeño de la todopoderosa bolsa-
no es más que un RESENTIDO
sí,
porque solo cotiza en la bolsa de la compra
y se resiente siempre de todo lo que oye,
de todo lo que se miente...


domingo, 11 de noviembre de 2012

No puedo permitirme el lujo de comprar más miedo

No puedo;
sencillamente no puedo
permitirme el lujo de comprar más miedo.


Se está volviendo más caro cada vez...
Empezó costando lo que
cuesta un chasco o una pesadilla, es decir:
                 -quebraderos de cabeza, algo de insomnio, -casi nada-.

Pero ahora el miedo ha subido.

Se paga a precio de sueños, de ilusiones, de energía vital;
la propia existencia es la moneda de cambio.

No pienso seguir adquiriendo miedo a semejante coste.

Y ojalá nadie más lo compre.
Entonces, ante tanto excedente,
los que venden miedo tendrán que ponerse a regalarlo.
Y luego vendrá lo mejor;
Porque todo el mundo sabe
que el miedo regalado
ni convence ni asusta
ya a nadie.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

martes, 31 de julio de 2012

Alejamiento de un punto

¿Por qué será que siempre nos estamos alejando
de un punto?

   De un punto de firmeza.
     De un punto de identidad.
        De un punto de independencia.
           De un punto de discreción.
              De un punto de optimismo.
                  De un punto de valentía.
                     De un punto de constancia


lunes, 30 de julio de 2012

Felicidad comprometida

Hay quien se ve
en mitad del bosque de su vida
con todas las expectativas y necesidades creadas
a cubierto,
y parcela en la tierra prometida.

Pero, ¿y su felicidad?
Pues, ella también ha quedado comprometida,
tan bien...

Y en ese enorme descubierto
en la cuenta del lado afectivo,
se trata ahora salvar de los cuervos
la calderilla
que queda


viernes, 13 de julio de 2012

Desendiosar un poco

No resulta tan costoso
desendiosar un poco de cuando en cuando.

Solo hay que detenerse a hacerlo,
-sin ensayos previos-...
...et voilá.



domingo, 1 de julio de 2012

Espejo arte-sanal

Cuando una
dilatada actividad laboral
-que parecía segura-
finaliza a la voz de ¡ER!(E),
mi yo
se encuentra de pronto sin saber qué hacer
de patitas en la Calle  
del presente angustioso.

                  Y entonces no queda más remedio  
                  que ponerse a pensar en otras posibilidades,  
                  para variar.

Espejito, espejito, dime qué ves... 

Pues que tras una rutina de años
realizando el mismo trabajo  
[anodino], 
que tu yo
se vaya derecho a la Plaza del mercado laboral
a desarrollar su olvidado lado 
arte-sanal...
               
                 Y entonces puede que haya más de un remedio.
     

sábado, 12 de mayo de 2012

Serie bichitos: abeja cortadora de hojas

En una pausa
te veo fuera
enfrascado observando con atención algo
entre la enredadera
del muro del patio
de "nuestro" todavía lugar de trabajo.

(Con el E.R.E. en y sobre nuestras cabezas)

Me muestras ramas llenas de hojas
delicadamente mordisqueadas aquí y allá.
-Será un saltamontes-, pienso en alto.
-Nada de eso-,
respondes moviendo la cabeza de lado a lado.

Por fin se deja ver el bichito:
una hacendosa abeja troqueladora
visitando verdores
de hoja en hoja...

De pronto asistimos extasiados al singular espectáculo
de ver rasgar y enrollar con sus faucecitas
un pedacito de hoja
que rápidamente se lleva volando
"bajo el brazo"
como un legajo de naturaleza.

Todo se va desmantelando alrededor.




jueves, 3 de mayo de 2012

La mente no tiene los pies en la tierra

Mientras los pies nos encaminan hacia un solo
y definido lugar cada
vez que nos ponemos en marcha,
la mente sigue sus propios dictados
yendo -al mismo tiempo- en todas direcciones.

Se dispersa y se recrea
con gusto en el entretenido parque temático del tiempo pasado.
Y con las mismas, la mente va
y viene del futuro 
-al galope-.
El caso es ausentarse siempre
a cuenta de premisas impresentables.

La mente no da tregua,
-no tiene los pies en la tierra-.

Abandona el instante presente 
y nos lleva y nos trae
por esas calles de mundos imaginables
innombrables,
en una palabra -intransitables-.

Porque a la mente solo la muerte
le para los pies.
Y mientras,
no necesita de lentos y meditados pasos,
pudiendo recorrer lugares a la velocidad de la luz,
y durante mil años,
-si fuera necesario-


miércoles, 29 de febrero de 2012

Estados en miniatura (Tribulacciones y microdichas Primera Parte)

Cada uno de nosotros constituimos
pequeños estados miembro
en miniatura.

Algunos  sobreviven en medio del mercado único imperante
repleto de terribles dosis de realidad.
poniendo en práctica lo que los grandes países:
importar continuamente todo aquello que les falta
y tratar a toda costa de soltar el lastre que sobra.

Así, aquellos diminutos territorios que acumulen
más activos tóxicos de lo normal
perseguirán deshacerse a la baja
de todas esas tribul-acciones
con la esperanza de adquirir a cambio unos cuantos,
pero preciados, valores en verde. 
A saber,  
el entusiasmo, el regocijo y la dicha, amor del sano...,
que en el maldito mercado continuo
son índices tan cotizados como volátiles,
-dada la naturaleza fluctuante de sus idas y venidas-.

Por eso, la tan valiosa y codiciada felicidad que ansían
la mayoría de esos países, llamados nosotros,
solo se conoce
en forma de microdicha.
No vaya a ser que el sistema global de tribul-acciones quiebre.