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lunes, 16 de octubre de 2017

Ropa de cama (segunda parte)

Ella esperó
a que las voces se alejaran suficientemente
por la escalera hacia la planta baja.
Después se fue directa al armario de la limpieza,
sacó un par de guantes y unas bolsas 
de basura gigantes
-donde cupiese toda aquella asquerosa situación de mierda-
y se puso a tirar aquel preciado juego de cama
estampado 
junto con el pijama y todas las prendas -de su hasta ahora marido-
que iba encontrando. 
A la hora prevista recogió a sus dos retoños del colegio;
por el camino, en el coche, les dijo que su padre 
no volvería más. 
Una vez en casa cerró la puerta tras de sí.
Aquella noche, y las siguientes, durmió en el cuarto de invitados.
Prefería verse ahora como huésped
de un hogar
donde habitó un ser egoista y sin escrúpulos 
que le dejaba como regalo, aparte de los niños,
de los que, por cierto, nunca quiso volver a saber nada,
una vida hecha pedazos.

Dedicado a S. M. 


  Safe Creative #1710194611133

sábado, 7 de octubre de 2017

Ropa de cama (primera parte)

Cuando S., que regresó a casa antes de lo previsto de un congreso,
sorprendió a su marido en la cama con otra,
su primer impulso fue cerrar de golpe la puerta
del dormitorio
para quitar de sus ojos aquella horrible visión
(de esas que luego se graban en la retina).
Al cabo de cinco segundos la volvió a abrir
pensando que todo habrían sido imaginaciones suyas,
pero nada más lejos:
allí estaba la cama deshecha,
la ropa tirada por fascículos
en dirección al lecho,
y los ruidos y voces delatando
al infiel y compañía,
que habían corrido a refugiarse en el baño.


Dedicado a S. M.

  Safe Creative #1710194610976

sábado, 26 de enero de 2013

Los sueños rotos


DE golpe los bellos sueños del caro
jarrón de porcelana fina
se hicieron añicos
sobre la horrenda pero sufrida plaqueta del estudio.

En realidad solo sus sueños se habían ido al traste pero
arrastró un poco consigo los
del agua y los de las flores que contenía;

El agua, no retirada a tiempo por un trapo,
fue rápidamente absorbida -como un nuevo conocimiento más-
por los libros apilados en el suelo;
Y las flores..., las flores fueron devueltas
a la mesa del escritorio,
esta vez con el tallo mucho más corto
y desprovisto de hojas
para adaptarse al interior de una ramplona pero inquebrantable botella de plástico.

¿Pero, qué sueños puede albergar  un jarrón?
Pues, vivir en un lugar digno, ser útil y bello, resistir los golpes, si cae poder recomponerse con armonía...
...y.... durar el mayor tiempo posible...
En fin, los mismos anhelos que tiene cualquier "cacharro de guardar"
hecho de barro,
como el ser humano...