miércoles, 14 de agosto de 2019

De manos caídas

Mi peluquero
se despide hasta la vuelta de vacaciones.
Y lo hace cortándome el pelo un
poco más si cabe
para que aguante el corte
el resto del verano.

F. es un peluquero enamorado
de su trabajo,
se nota a la milla que le apasiona y le relaja.

Ahora estará tres semanas fuera de combate.
En ese tiempo viajará, disfrutará, leerá... 
Pero quién sabe si, como él mismo dice,
aguantará todo ese tiempo "de manos caídas"
sin buscar como loco a alguien 
para hacerle aunque sea una trenza.


 

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