luz de aquél tiempo donde
su mente estaba en procrear.
Hoy por
hoy no tenía nada que enmendar
de su infancia:
nada que corregir ni recrear.
Creo que por eso -y por otras cosas-
su sentimiento maternal
permaneció allí,
igualmente sepultado en la raíz de aquél rojo planeta martenal.
Y sin "a flor
de piel"
que valga...
No hay comentarios:
Publicar un comentario