¿Qué es primero amar, reír o vivir?
O quizás por este otro orden: reír, amar y vivir.
Pues bien, el lema Live, laugh, love (vive, ríe y ama),
rezaba bordado con letras multicolores
sobre un monedero en una tienda de bolsos para chicas
que descubrí en el casco antiguo de Santiago (de Compostela).
Al verlo, de pronto, tuve claro que, en mi caso,
dicha enumeración se había producido tal cual:
Primero fue sentir que yo sí estaba viva
para después empezar a poder sonreír.
Y solo pasado un tiempo, vería nacer de nuevo
la necesidad de compartir ese "despertar en mí",
amando y dejándome amar por un ser maravilloso.
viernes, 30 de septiembre de 2011
jueves, 29 de septiembre de 2011
Un pasatiempo
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Apertura de un blog
Abro este blog con la idea de tratar de contar cosas. Digo tratar, porque me cuesta horrores escribir a ordenador. Primero porque no sé escribir según el método mecanográfico y segundo porque yo soy de esos seres que van por el mundo acompañados de libreta y boli, aterrada a que un pensamiento aflore, una idea surja o algo interesante me llegue y yo no tenga donde poder anotarlo.
Antes valía con que el cuadernito o libreta no cubriese más que dos expectativas: ser bonito y caber en el bolso. Pero esas bases dejaron paso, hará cosa de cuatro meses, a la intuitiva exigencia de fabricar yo misma las libretas que después iba a utilizar. Era como diseñar a mi gusto los "marcos" de las "obras" que luego crearía.
Comencé con el simple cartón de un taco de folios doblado por la mitad que forré con un papel arrugado, que venía de envolver regalos. Y dentro prendí unas cuantas hojas de media cuartilla con dos pinzas enormes en forma de X. Y voilá: era fantástico y caótico ver cómo las hojitas se multiplicaban al irse llenando de peregrinas ideas (que no habían tenido tiempo de escapar) y de bellos poemas (delicadamente apresados)...
Después caí en la cuenta de que también podía crear libretas a partir de los folletos que recopilaba en exposiciones, museos y eventos varios. Hasta me especialicé en idear sus cierres con los artilugios que hubiera en casa; una simple goma con nudo corredizo y un botón grueso servían.
Esa es la forma. Pero en el fondo, la cuestión es, como decía en un principio, atreverme a transmitir. Introducir en esos pequeños vehículos (poemas) y hacer circular, de manera distinta y con mayor inmediatez, todos aquello que pienso, vivo y siento. Y si lo consigo... a lo mejor se sorprenden conmigo propios y extraños.
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