Ahora me veo disfrutando en particular de este tiempo prestado que es mi existencia. Disfrutando de lo que soy, de lo que siento, de quien me acompaña, de lo que tengo, mostrando agradecimiento por todo ello. Ya estoy en otro nivel, lejos de lo que no he llegado a ser, de todo lo que perdí, de aquello en lo que nunca me convertiré.
Desde el comienzo de mi proceso entendí que la soledad sería mi pareja de hecho. Había llegado para quedarse, así que decidí que cultivaría mi felicidad desde dentro hacia fuera para no hacer depender en cada momento mi dicha o mi desdicha de personas, acontecimientos o cosas
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