están a punto de chocar contra una papelera
instalada en una farola,
cuando su perro guía se detiene en seco.
Entonces me apresuro a decirles
que sepan que justo delante tienen una papelera
contra la que pueden chocar.
Pero a mi "simple vista" de vidente
se le escapan cosas:
Tiara, la inteligentísma perro guía,
sabe de antemano dónde se encuentra la papelera
y se ha detenido a hacer sus necesidades
justo enfrente
para que sus dueños puedan
depositar después
los excrementos
en ella.
De hecho a sus dueños*
les basta con decir: "Tiara, busca la papelera"
y entonces ella se pone a buscar
y siempre la encuentra.
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*Me quedo a ver toda la escena y es impresionante observar cómo estas personas, que podrían estar dispensadas de antemano de tener que encontrar una papelera y de recoger los excrementos (con el plus de adivinación que este acto conlleva), lo afrontan como una tarea cotidiana más, no como un deber del que escaquearse a la mínima ocasión.
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