De pronto, en mitad de una distendida charla
durante la comida en el restaurante,
Peter deja aparcado el tenedor
en el plato por un instante y,
haciendo gala de una serenidad e ironía pasmosas,
lanza una batería de interrogantes envueltos en su marcado acento alemán:
"¿Por qué será que C. no llama?",
"Porque", prosigue,
"lo normal es que cuando alguien se marcha de viaje,
llame, ¿no?"
"Pues eso, para decir que ha llegado bien y saber cómo va todo",
"Pero nada, que no sé que pasa que ya han pasado
casi cinco meses y ella no llama".
Al final, estas dosis de mordacidad en torno a la partida de su difunta esposa,
le pasan factura
y conducen a los enormes y cansados ojos azules de Peter
al llanto.
Entonces, la fluida y animada conversación se paraliza.
Solo un puñado de recuerdos acuden tímidamente
al rescate portando carteles "agradables"
en sus efímeras manos
y dejando tras de sí un pequeño
reguero de sonrisas
forzadas.
sábado, 30 de diciembre de 2017
Sin noticias de
Etiquetas:
Departures (despedidas),
duelo,
paisajes humanos,
Recuerdos: cualquier parecido con la realidad nunca es mera coincidencia,
sin noticias
jueves, 21 de diciembre de 2017
UN boleto, UN peluche, UN nombre
De entre los cerca de tres mil boletos
meticulosamente enrollados
que contenían
dos grandes bidones de plástico
situados en el mostrador de la "Tómbola de las antiguas"*,
(el más emblemático de los puestos del Rastrillo de Nuevo Futuro**),
ella sacó uno.
Y le fue a tocar en suerte un adorable burrito de peluche
con ojos tristones.
Cuando llegó a casa, ella lo sacó de su primoroso
envoltorio transparente.
Al muñeco lo habían tratado tan bien en su anterior vida,
que su estado
le había valido un billete
de ida a otro hogar por una buena causa.
Al examinar cuidadosamente el peluche con detalle
ella fue derecha a la gran etiqueta blanca,
esa que va cosida con las indicaciones de lavado en el anverso,
para cortarla, pero se detuvo en seco:
En el reverso estaba escrito a boli, en mayúsculas, un nombre de niño.
¡No podía creerlo!: el antiguo propietario del peluche
se llamaba igual que su joven esposo
fallecido hace mil años.
--------------------------------------------
**Rastrillo benéfico en favor de la asociación Nuevo Futuro que se lleva a cabo anualmente en diversas ciudades españolas, entre ellas, Madrid.
*El puesto denominado "La tómbola de las Antiguas" es regentado por mujeres octogenarias que llevan trabajando en el Rastrillo desde hace más de 30 años. Ellas tejen prendas que luego venden en el puesto o con las que visten a los muñecos que rifan en un monumental tómbola compuesta por casi tres mil premios (con la consiguiente dedicación). http://www.nuevofuturo.org/
meticulosamente enrollados
que contenían
dos grandes bidones de plástico
situados en el mostrador de la "Tómbola de las antiguas"*,
(el más emblemático de los puestos del Rastrillo de Nuevo Futuro**),
ella sacó uno.
Y le fue a tocar en suerte un adorable burrito de peluche
con ojos tristones.
Cuando llegó a casa, ella lo sacó de su primoroso
envoltorio transparente.
Al muñeco lo habían tratado tan bien en su anterior vida,
que su estado
le había valido un billete
de ida a otro hogar por una buena causa.
Al examinar cuidadosamente el peluche con detalle
ella fue derecha a la gran etiqueta blanca,
esa que va cosida con las indicaciones de lavado en el anverso,
para cortarla, pero se detuvo en seco:
En el reverso estaba escrito a boli, en mayúsculas, un nombre de niño.
¡No podía creerlo!: el antiguo propietario del peluche
se llamaba igual que su joven esposo
fallecido hace mil años.
--------------------------------------------
**Rastrillo benéfico en favor de la asociación Nuevo Futuro que se lleva a cabo anualmente en diversas ciudades españolas, entre ellas, Madrid.
*El puesto denominado "La tómbola de las Antiguas" es regentado por mujeres octogenarias que llevan trabajando en el Rastrillo desde hace más de 30 años. Ellas tejen prendas que luego venden en el puesto o con las que visten a los muñecos que rifan en un monumental tómbola compuesta por casi tres mil premios (con la consiguiente dedicación). http://www.nuevofuturo.org/
miércoles, 20 de diciembre de 2017
Cero coma
Cuatro
segundos era el tiempo
que se tardaba en llegar
desde la entrada de la casa
al primer dormitorio,
y otros siete segundos más al cuarto pequeño.
En total, no se consumían más allá de doce segundos
para alcanzar el fondo del peculiar y centenario apartamento.
En el minúsculo baño
-que recuerda al de un tren por su alargada estrechez-,
todo estaba al alcance;
como si de una autocaravana se tratase,
cualquier objeto ubicado, por ejemplo, en el lavabo,
podía ser alcanzado desde el interior de la ducha
sin tener que salir de ella.
Y en ese momento la sensación imperante,
-lejos de ser angustiosa-,
viajaba a la velocidad de la luz intensa
atravesando el rústico marco
de madera blanca de la ventana
en compañía
del dulce espíritu de las vacaciones pasadas...
que se tardaba en llegar
desde la entrada de la casa
al primer dormitorio,
y otros siete segundos más al cuarto pequeño.
En total, no se consumían más allá de doce segundos
para alcanzar el fondo del peculiar y centenario apartamento.
En el minúsculo baño
-que recuerda al de un tren por su alargada estrechez-,
todo estaba al alcance;
como si de una autocaravana se tratase,
cualquier objeto ubicado, por ejemplo, en el lavabo,
podía ser alcanzado desde el interior de la ducha
sin tener que salir de ella.
Y en ese momento la sensación imperante,
-lejos de ser angustiosa-,
viajaba a la velocidad de la luz intensa
atravesando el rústico marco
de madera blanca de la ventana
en compañía
del dulce espíritu de las vacaciones pasadas...
Etiquetas:
apartamentos,
autocaravana,
cero coma,
estudios,
Madrid,
sensaciones
martes, 12 de diciembre de 2017
Vuelta a la vida
Aby es una preciosa perrita podenca
de color canela
que posee un encanto especial.
Es digo de admiración
verla caminar
sobre tres des sus patas
con la cuarta completamente doblada hacia detrás.
Fue rescatada del abandono
-de esos que condenan a una muerte segura-
por una joven que no dudó en ir a buscarla
en coche
a la provincia donde le contaron que se encontraba.
Sus nuevos dueños no saben lo que realmente le ocurrió
a Aby,
el porqué de su pata tullida,
solo tienen -como ella- una certeza:
que ha vuelto a la vida...
de color canela
que posee un encanto especial.
Es digo de admiración
verla caminar
sobre tres des sus patas
con la cuarta completamente doblada hacia detrás.
Fue rescatada del abandono
-de esos que condenan a una muerte segura-
por una joven que no dudó en ir a buscarla
en coche
a la provincia donde le contaron que se encontraba.
Sus nuevos dueños no saben lo que realmente le ocurrió
a Aby,
el porqué de su pata tullida,
solo tienen -como ella- una certeza:
que ha vuelto a la vida...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)