Una vivaracha niña de unos siete años
de pelo negro azulado,
espera el turno en la frutería
junto a su madre adoptiva.
Y, mientras, celebra con gestos cada cosa que ve,
va diciendo a su mamá el montón de cosas que tienen que comprar
porque "no les queda de nada";
La pequeña va nombrando con voz saltarina todo aquello que recorren sus enormes ojos:
plátanos, fresas,
aguacates y peras...
De pronto alcanza con su vista unas preciosas uvas
de color verde amarillo,
y el tendero replica con un guiño,
que vienen de la India.
¡¡¡¡Ay va... de donde yo soy!!!! -dice exultante desplegando una sonrisa
que deja al descubierto una peculiar hilera
de farolillos muy blancos, -algunos a medio encender-
Y mientras, ella sentía con orgullo el privilegio
de que su adorada y lejana patria
estuviera ahí, en ese preciso instante
justo a su lado...
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