Me quedo con el fascinante deleite
sin refinar que ofrecen algunas cafeterías rancias
de Oporto.
Ese que supera con creces al supuesto encanto
que las guías de campo y playa
adjudican a otros cafés de exquisito nombre
-como el Majestic-.
[se diría que su fama haya sido cincelada
simplemente para que uno vaya
y pueda formar parte del recuento de sitios trofeo, a saber
-yo me tomé un café ahí-.]
Es de locos cómo puede contribuir
a la cuota de decepción que la clase turista
puede llevarse consigo
de un país, el hecho de no haber visitado todos los "allís" reglamentarios que rezan en las guías
y que, a fuerza de rezar, van a misa.
Pero, si hay algo peor para un turista
es que le hagan sentir como a un vulgar forastero
al que extraer un buen dinero
por una "bañera" de café
ramplón
por muy "majestatico" que sea.
¡Cara mediocridad!
jueves, 28 de enero de 2016
Majestic
Etiquetas:
cafés,
juegos de palabras,
viajes: Oporto
miércoles, 13 de enero de 2016
En modo aquelarre
Al atardecer
una densa bandada
de gaviotas
sobrevuelan en modo aquelarre
el rio
de la gran ciudad
en permanente caza y captura
de corrientes
de aire caliente.
una densa bandada
de gaviotas
sobrevuelan en modo aquelarre
el rio
de la gran ciudad
en permanente caza y captura
de corrientes
de aire caliente.
lunes, 11 de enero de 2016
Suficientemente bueno
Persiste la incertidumbre
¿o se hace a un lado?:
¿Es eso no, tan malo como cabría esperar,
o acaso es lo suficientemente bueno
para ese alguien
llamado
uno mismo.
¿o se hace a un lado?:
¿Es eso no, tan malo como cabría esperar,
o acaso es lo suficientemente bueno
para ese alguien
llamado
uno mismo.
viernes, 8 de enero de 2016
Empeñados
Por doquier asisto perpleja a la apertura en serie
de supermercados
y de gimnasios low cost:
¡qué empeño en llenar nuestros estómagos
y qué empeño por vaciarlos!
de supermercados
y de gimnasios low cost:
¡qué empeño en llenar nuestros estómagos
y qué empeño por vaciarlos!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)