En la inmensidad del salón de estar
del Universo
cuelga una enorme bola
azul.
Que gira vertiginosamente también en
Navidad.
Según el lugar,
brilla la paz y la vida tiene sentido,
pero allí donde resplandece la guerra,
la existencia es solo dolor y devastación.
Alguien o algo colgó esa bola ahí hace millones de años.
Y cómo puede ser que dentro de ella haya
especímenes -de un pelaje tal-
dispuestos a perpetrar contra otro ser humano
las mayores vilezas
mientras dure el rato de sus vacías vidas.
¿No les tiembla su pulso sanguinario?
No hay comentarios:
Publicar un comentario