jueves, 19 de marzo de 2015

Moneda sonante

Sentada junto a la puerta de un establecimiento del Paseo del Prado,
una joven invidente, con la mirada clavada en un punto fijo
-allá en lo alto-,
pide limosna.
Pero no al uso.
Lo hace con una amplia sonrisa
mientras cabeza y torso se mueven al son del ruido que emiten
un par de monedas
desde el fondo del recipiente metálico
que sostiene entre sus manos.
No es una "melodía" casual, sino buscada:
según haya una moneda, o dos o tres
cambiará el compás,
y la cadencia del ritmo.
Y ella quiere pensar
que las limosnas que recibe no son sino recompensas
de quienes saben apreciar su ofrenda musical,
no su ceguera.


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