Las amplias y bastas mesas
de un restaurante de provincias -más que decente-
saben acoger a lo grande a sus comensales
y a los generosos platos
que van y vienen visitando sus faces...
Y luego están esos sitios de mesa pequeña
y trajecitos de autor
-breves pero sofisticadas creaciones, deconstrucciones, reducciones....-
de altos vuelos que aterrizan impecablemente emplatados
en ambientes "vintage" -cuanto menos-.
Aunque su especial encanto
termina dejando vacío el fondo del bolsillo
y hueco de sobra en las alacenas del estómago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario