lunes, 15 de septiembre de 2014

Mandatario

Estar centrado en cuanto a convicciones y valores humanos,
¿no es acaso para ti un verdadero lujo?
Tan pronto rugen los extremos
y tú, mandatario,
te ausentas de ti para ser a ultranza
más -si cabe- de eso
y en absoluto nada de aquello.
¡Qué extraño poder ejercen sobre ti los bordes
cuando te inclinas ante ellos en continua reverencia!
Porque no hay nada como caer
en ese abismo multiplicador de ojos 
para saltarte -como Dios manda- capítulos enteros
sobre identidades, tolerancia...
...hasta llegar al verdadero punto de referencia:
tu lado más miserable.


 ¡¡¡Basta ya!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario