el aire frío parece que no invita;
Así que dos comensales que permanecían
sentados en la terraza de un bar
se marchan anticipadamente...
Mas uno inesperado llega volando y toma posesión del ágape:
a mesa puesta,
un gorrion disfruta sin complejos
de su opípara consumición
en plena calle Alcalá.
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