Todo es cada vez más pequeño,
más caro,
más difícil,
más provisional...
Con las uvas se nos advierte -otra vez- que lo peor
ya ha pasado,
no sin antes recordarnos que aún tenemos un año duro
-otro más-
por delante...
En contra de ese reglamento de pensamiento único
y catastrofista apto para autómatas, no para personas,
yo quiero ser cada vez más grande,
menos apocada,
menos compleja,
más estable...
Y deseo en general un particular feliz 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario