sábado, 22 de septiembre de 2012

Pertenencias

Muchos de los peores recuerdos
que tengo
se han ido soltando de mis manos
-de donde solían ir agarrados-.

Simplemente dejé de apretarlos
con fuerza
y emigraron
-a mi mente-,

      donde siguen existiendo
      -siempre lo harán-.
   
Pero he descubierto algo.
Que no pertenecen más a este "yo" solo
porque sea mía la mano
que los llevaba,
mía la cabeza
que los recuerda...

en palabras de Juan Gelman:-
-"¿Hay que romper la memoria para que se vacíe?"

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