A media tarde
dos gorriones rampantes
pugnan -a saltito limpio-
por el mejor sitio
en la geométrica superficie de uno de los faroles de forja
con vistas a la terraza del Restaurante "El Cosaco".
Y es que, resulta de vital importancia
tener una posición aventajada en semejante porche
para el avistamiento de migajas.
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