Me preguntaba en alto por el papel ancestral
de la luna llena en la naturaleza
como garante de la supervivencia
versus la selección natural
para con los individuos y sus especies.
Este pletórico faro,
-el más alto, claro y antiguo
que se conoce-
se ocupa de alumbrar
a las criaturas en el trance del parto.
Y es, precisamente, en ese duro instante
donde contribuye el astro
-a partes iguales-
en la tarea de perpetuación
de las especies,
pues deja a sus miembros terriblemente expuestos
en el lance de ser avistados
por acechantes alimañas.
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