miércoles, 29 de febrero de 2012

Estados en miniatura (Tribulacciones y microdichas Primera Parte)

Cada uno de nosotros constituimos
pequeños estados miembro
en miniatura.

Algunos  sobreviven en medio del mercado único imperante
repleto de terribles dosis de realidad.
poniendo en práctica lo que los grandes países:
importar continuamente todo aquello que les falta
y tratar a toda costa de soltar el lastre que sobra.

Así, aquellos diminutos territorios que acumulen
más activos tóxicos de lo normal
perseguirán deshacerse a la baja
de todas esas tribul-acciones
con la esperanza de adquirir a cambio unos cuantos,
pero preciados, valores en verde. 
A saber,  
el entusiasmo, el regocijo y la dicha, amor del sano...,
que en el maldito mercado continuo
son índices tan cotizados como volátiles,
-dada la naturaleza fluctuante de sus idas y venidas-.

Por eso, la tan valiosa y codiciada felicidad que ansían
la mayoría de esos países, llamados nosotros,
solo se conoce
en forma de microdicha.
No vaya a ser que el sistema global de tribul-acciones quiebre.



jueves, 23 de febrero de 2012

Serie aves: Trajecito rimado para Petirrojo

Al final de la tarde
el petirrojo nos recibe brevemente
a las puertas del arenero que se extiende bajo su pino
antes de transportarse raudo
hasta una solitaria rama
donde luce a distancia su anaranjado peto en el pecho.

Y allí, viendo cómo se apaga la tarde,
pende -cual farolillo -
mientras el viento le mece.



miércoles, 22 de febrero de 2012

Rezumo felicidad

Mientras esperamos el tren
sentados sobre un banco en medio de la apacible y fría mañana,
rezumo felicidad.

Con los ojos entornados y mi cabeza apoyada en tu hombro,
solo tengo como tarea disfrutar del momento a tu lado
con cada inspirar
lento y profundo.

Y noto que en el tranquilo ritmo
a veces se cuela una incómoda expiración
que lleva
sapos y alguna culebra
de épocas pasadas.

Pero ya no me produce el menor espanto.
Simplemente dejo que salga y la veo alejarse
seguida de su cortejo de bichos -saltando y arrastrándose-
buscando ponerse a cobijo
en otro pecho
-que le haga caso-.

jueves, 16 de febrero de 2012

Instante: ¡¡¡Presente!!!

Si en el amor trabajásemos más
para el siempre
-del ahora-
mejor nos iría.

Porque mucho me temo que dejarlo todo
en manos del otro siempre
-el de después-
es como poner un disco
que lleva un nunca implícito
pegado en la cara B.
Y en el que todo y nada
cabe esperar que suene.

De vocación lejano,
el laxo e impreciso siempre del luego 
adormece
hasta hacernos incautos.

Y entonces es cuando empezamos a dejar de trabajar
en y por el bienestar del instante presente,
en y por el bienestar del ser querido
en y por el bienestar de nuestro querido ser queriente
-nosotros mism@s-
pensando que, por arte de magia,
todo esto que tenemos hoy
se habrá de prolongar hasta el infinito
sin más...

Y si realmente quiero querer
así como ahora quiero
pero para siempre,
pues entonces
habrá que mantenerse consciente
en todo momento
de las efimeridades
que constituyen lo bello
y el envoltorio que lo envuelve:
-otro regalo en sí mismo-
el instante presente.

martes, 14 de febrero de 2012

Manto blanco (taximetrado)

Entre dos luces,
en medio de la tarde fría,
un largo y denso manto blanco
-taximetrado- 
se extiende serpenteante a las puertas de la estación de Atocha
en espera del deshielo
que traerá consigo la hora punta
con la llegada de algún tren expreso.


viernes, 10 de febrero de 2012

El tiempo: una ecuación variable

Siempre me he preguntado de qué estará formado el tiempo
cuando pasa.
La respuesta que yo encuentro
es, en el fondo, una ecuación variable
-por resolver-
de acontecimientos,
que sumados o restados
multiplicados o divididos
nos dan un resto en meses, días o años.

Es preferible no fiarse de calendarios atrasados y vetustas agendas
cuidadosamente almacenadas.
¡A sacar la vara de medir el tiempo en aconteceres, se ha dicho!
A ver hasta dónde llega el nivel
de los que llenan y enriquecen
de los que han puesto y mantienen en el cargo
a un YO
          -pero renovado, ¿eh?-
en medio de un presente inquieto.

En las mediciones saldrán a la luz aquellas etapas
confortablemente duraderas
con  las que un@ confiesa:
-fue bueno dejar de identificarse a veces
para ponerse a salvo un rato-.

Y junto a ellas, los benditos y maravillosos hitos
-o rat-itos-
que, fugaces, cruzaron de parte a parte
-cual estrellas de bata de cola-
el manto azul de nuestra existencia.
Duraron apenas un instante
el tiempo justo para hacernos caer en la cuenta de...,
para traernos de vuelta hacia ...

Me rindo.
Porque estos momentos
son afortunada- y sencillamente inconmensurables.



miércoles, 1 de febrero de 2012

Palabra de aprendiz de desprendida

(Ahora veo con más claridad
en este asunto):
Una vez que
hube salido (...) del perímetro acordonado de mi vida anterior
me inicié
en el afán
por desprenderme, sin mirar atrás,
de los ropajes, objetos y enseres 
que identificaron aquella etapa.

Se me quedó pequeño el empeño de arrastrarlos conmigo,
sencillamente encogió al lavarlo
con cada mudanza
de camisa
con cada cambio
de casa...

Quizás porque descubrí que el hecho de apartar definitivamente ciertas cosas, 
-abandonándolas a su suerte sobre un contenedor-,
me reportaba solo pequeñas dosis de infelicidad,
siempre más rentables
que la agotadora dicha
de ponerme a buscar frenéticamente donatarios y escondites para todos ellos.

Palabra de aprendiz de desprendida.


                                                                (22-07-2011, antes de una mudanza)