jueves, 12 de enero de 2012

Tengo mi dolor limpio

Tengo mi dolor
limpio de tanto lavarlo
con los puños de mis propias manos.

Lo hice día tras día.
Una y otra vez iba yo con el oscuro paño de mi pena
a las fuentes del llanto.

Lo aclaraba a conciencia y
lo tendía luego al sol
dejándolo escurrir
-sobre mis mejillas-.

Y fue así como, lentamente, se tornó
menos negro cada vez
aquél tinte
que impregnaba la tela que envolvía mi dolor

2 comentarios:

  1. "Quien no sabe que a esta altura
    el dolor es también un ilustre apellido" (M. Benedetti)

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  2. "El negro es el color más esencial. Hay que respetar el negro. Nada logra prostituirlo. No complace a los ojos y no despierta sensualidad alguna. Es agente del espíritu en medida muy superior al hermoso color de la paleta o del prisma"
    (Odilon Redon)

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